10 Nov 5 claves para dar con una buena niñera nocturna
Ya se empiezan a barajar las fechas para las cenas de empresa con los compañeros de trabajo o las que postergamos con amigos (por temas de agenda e imprevistos que, por desgracia, nos llevan a reunirnos con menos frecuencia). ¿El motivo de estas salidas nocturnas?: las fiestas navideñas y despedir el año. Cada vez se adelantan más este tipo de convocatorias debido a que los días previos a las fiestas son ajetreados. Si tenes hijos pequeños, esos días (y también algunos de los fines de semana de todo el año; te mereces salir y disfrutar en otra buena compañía) a veces presentan un problema: ¿al cuidado de quién dejamos a los niños?
Por lo general, se suele acudir a la familia, abuelos o tíos. Pero a veces no viven en la misma ciudad o, en el caso de los segundos, se tienen que ocupar de sus propios hijos. Sin duda, son las personas más indicadas para pasar unas cuantas horas a su cuidado. Pero si no puede ser, hay otra buena solución si acudimos a agencias con responsabilidad: los cuidadores infantiles temporales. Sí, mujeres y hombres, aunque en el título señalemos niñera, ya que la palabra ‘niñero’ tiene otras connotaciones, muy positivas y que se dan en los dos casos; dejemoslo en cuidadores. Para solicitar sus servicios de manera esporádica, vuestra tranquilidad y la de los niños es básica. Por eso, les indicamos algunas claves a tener en cuenta.
Comprobar su responsabilidad y experiencia
Estudiantes, sobrinos mayores o hijos de amigos que ya han pasado la adolescencia se ofrecen con frecuencia a realizar esta tarea. No es mala idea, pero debes tener en cuenta que sean mayores de edad, aunque, al ser algo temporal, no exija contrato laboral. Hay que fijar un límite y es mejor que hayan cumplido los 18 años. Si no son personas allegadas, muchos de vosotros queres que cuenten con preparación (educadores infantiles, pedagogos…) o, al menos, con buenas referencias. Una entrevista previa dejará más claro si se pueden adaptar bien a esta función. Si están avalados por la experiencia de amigos o familiares, mejor que mejor. Pero lo más importante es que les gusten los niños, sepan interactuar con ellos y empaticen, éste es el paso siguiente.
Evaluar el grado de empatía
Es importantísimo que entre el niño y el cuidador se establezca empatía. ¿Cómo comprobarlo? Pues pidiendo a esa persona que acuda un día antes a vuestro hogar, que conozca los juegos y juguetes favoritos de los niños, sus costumbres y, lo primordial, que establezca buen contacto con ellos. Es mejor cerciorarte en directo y dentro de nuestra casa y con los niños presentes.
Establecer un ‘programa’
Dependiendo de la edad de los niños el trabajo de las niñeras es muy diferente. Si son muy chiquititos, lo mejor es pedirle a la persona que se va a encargar de su cuidado que evite los sonidos (televisión o música) que distorsionen el sueño por pesadillas o que les despierten por otras reclamaciones. Además de acostarlos y hacerles compañía hasta que se duerman, ella (o él) pueden leer o dedicarse a actividades menos ‘ruidosas’ y, si se trata de bebés, es mejor que cuente con un intercomunicador.
Si son más mayorcitos, les recomendamos que, si podes, les dejes la cena preparada (o, al menos, que estén dispuestos los productos destinados a ella); así el cuidador no los perderá de vista. Es bueno también que comparta mesa y cene con ellos y no solo los vigile. De esa manera hablarán e intercambiarán opiniones de sus gustos de todo tipo. Antes de que se acuesten es aconsejable que juegue con ellos, les lea cuentos o les relate historias, que escuchen música juntos o vean una película (corta).
Si hay confianza, abrir un poco la mano
Cuando los niños han pasado de los 4 o 5 años, no pasa nada porque un día se queden acurrucados y abrigados dormidos en el sofá hasta vuestra llegada (apenas notarán el traslado a su cama cuando los lleves en brazos). Así quien se encargue de su cuidado estará más pendiente de ellos. Y, por lo general, las cenas o espectáculos a los que vayan se celebran en viernes o sábado y ellos no tienen que ir al cole o a la guardería al día siguiente. Si hay confianza se pueden permitir algunas licencias. Eso sí, es recomendable que mantengan la hora de la cena y la de dormir.
Poner atención a otros cuidados
Es aconsejable que los cuidadores tengan algún conocimiento de primeros auxilios e imprescindible que cuenten con los números de sus teléfonos móviles (también es recomendable que tengan coche). Y si se llevan bien con los vecinos, no está de más que presenten al cuidador o cuidadora. No hay que alarmar, pero sí prevenir. De todas formas, hacemos hincapié en que los más importante es que establezcan un relación empática. Así, volverán cuando necesiten contar de nuevo con ellos.